Hola amor,
Te escribo en esta carta lo que quiero decirte desde hace tiempo. Quiero decírtelo pero no puedo hacerlo frente a frente porque me enredo en tu mirada, me distraigo con tus labios y me envuelvo en tu sonrisa. Y entonces se me olvida decírtelo. Y quizá el día a día nos esté dando monotonía o rebajando la pasión, pero no por ello, cuando cierro los ojos y solo son los sentimientos los que fluyen siento vibrar a mi pequeño corazón y me repite una y mil veces que, pese a todo, es a ti a quien quiero.
Pero quiero hacerlo porque debes saberlo. Debes saber que hace ya cuatro años mi vida cambió y estoy tan seguro de los cambios como lo estaba el primer día. Tu eres quien me hace reír, quien me hace temblar y quien me hace soñar.
Me gustaría minimizar los problemas, mantener la complicidad y hacer que cobre sentido el “para siempre”.
No soy el mejor expresando mis sentimientos, así que voy a intentar decírtelo de la única forma que sé. Sin licencias poéticas, sin metáforas y sin versos con rima, así, cruda y brutalmente te quiero. Y así es como tengo que decírtelo. Eres la mujer de mi vida. Y podría escribirlo en mayúsculas porque tengo la certeza de que es así.
Por tu forma de colorear mi vida, por la energía que me das, por las risas compartidas y por los secretos desvelados, por todo eso eres especial. Y por todo eso y por más te quiero. No es sólo amor, también te adoro.
Y me gustaría poder celebrar este día, nuestro día perdidos en algún lugar apartado y recóndito donde solo estuviésemos tu y yo para disfrutar. Para retomar nuestros paseos sin prisas y nuestros momentos
No hay comentarios:
Publicar un comentario