Te voy a contar mi sueño

Puede que ya lo conozcas, puede que de tanto oírlo hayas empezado a creértelo o tal vez no. Sin embargo, voy a contarte una vez más cual es mi sueño más frecuente, ese que se sueña cuando estás despierto, relajado y dejando que la imaginación y los deseos vuelen hacia ese mundo que se puede controlar y dirigir. 

Es sencillo y a la vez profundo, intenso y a la vez tranquilizador. Es sentir que estamos juntos, saber que tendremos tiempo para disfrutar viendo pasar los días uno en compañía del otro. Es tener la certeza, aunque tu no te lo esperes, de que seguiré dando pasos en tu dirección para conseguir mi propósito. 

Desear estar en la oscuridad de la habitación sintiéndote a mi lado, alargar el brazo y rozar tu piel. Desayunar mirándote a los ojos o al menos intentándolo mientras tu lees el periódico. Abrazarte por la mañana o por la noche o, mejor aún, en medio de la  noche.

 

 Soñar con encontrar formas inimaginables para sorprenderte, para amarte. Descubrir cada día una vez más tu cuerpo recorriéndolo despacio, sin prisas. Abrazarte con ternura mientras me pego a ti para oler tu pelo o saborear tus labios.

 Comenzar cada nuevo día con la seguridad de tenerte cerca, de poder compartir risas y emociones. 

Se que hay días en los que la monotonía te puede, días en los que esto te parece solo eso, un sueño. Pero si tan solo me dejases perseguirlo te prometo que es posible, que tu y yo tenemos la oportunidad de vivir una vida distinta. 

T qro.